El primer día recibimos una carta junto a esta foto. La seño nos contó el cuento y estuvimos hablando de cómo nos sentíamos cada uno de nosotros.
Hicimos al monstruo azul con papel de seda rasgado. Cada niño/a fue poniendo sus trozos en el centro de la mesa por equipos y compartimos nuestro material. ¡Nos gustó mucho ayudar a los que lo hacían un poco más despacio!
Aprendimos a relacionar mediante un juego cada color con su emoción. Sólo había que fijarse en los carteles de los botes, que en aquel momento se encontraban vacíos. Y... ¡Éste fue el resultado!
Otro día nos levantamos muy contentos todos y estuvimos trabajando el color amarillo. Pintamos así de bien a "Nuestro Monstruo de la Alegría".
Después estuvimos jugando con el "Monstruo del Enfado", el de color rojo. Y pintamos nuestras piedras con pintura, le hicimos la boca con la ayuda de la seño y le pegamos los ojos.
Hemos implicado a nuestras familias con esta actividad. Cada niño/a nos llevamos a casa un trozo de cartulina de cada uno de los seis colores y tuvimos que hacer en ellos, usando todo tipo de material, aquello que nos ponía contentos, tristes, enfadados, que nos daba miedo, calma o aquello que amamos.
Después los hemos traído a clase y los hemos metido dentro de cada uno de los botes correspondientes. Uno a uno hemos ido pasando y explicando lo que habíamos hecho.
¡Ha sido toda una experiencia y nos ha ayudado a conocernos mejor entre nosotros mismos!
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